sábado, 14 de junio de 2014

Capítulo 8.

Seguí observando la foto durante cinco minutos. Mi padre posaba sonriente y cariñoso con la anciana que acabo de conocer, Carrie. Todo se convirtió en un silencio sepulcral hasta que Carrie habló.

-Tu padre es una excelente persona. Nos ha ayudado mucho a todos nosotros. Es una persona buena, amable y muy conocido aquí. Tienes suerte de tenerlo como padre.

Unas pequeñas lagrimas se escaparon de mis ojos. Me emociona oír eso de mi padre.

-Me honra escuchar eso de mi padre. Todavía no me puedo imaginar a mi padre entre hadas y seres fantásticos que viven tras un árbol. ¿Puedo preguntar exactamente en qué ayudó mi padre?

-Nos ayudó a la construcción de las casas y en los cultivos. Sinceramente le estamos muy agradecidos.

De repente Paul me acarició el brazo y me dirigió levemente hacia la puerta.

-Bueno Carrie, nos tenemos que ir. Quiero enseñarle más cosas.

Pero en mi cabeza todavía tenía una duda, ¿mi padre era un ser sobrenatural o tan sólo un humano que sabe de la existencia de este lugar?

-Perdone Carrie pero tengo la última pregunta, ¿mi padre qué clase de criatura es?

-Tu padre pertenece al árbol genealógico de los llamados elementales. Toda tu familia tiene el gen de ser elemental, pero sólo tu, tienes las características completas. Sólo tu sirves para romper la maldición a los oscuros y sólo tu nos salvas de esa desgracia. Este suceso sólo ocurre tras muchas generaciones de elementales. El hecho de tener un árbol genealógico de elementales hace que tu padre pueda ver todo esto, un mundo al margen de la sociedad que ahí fuera se vive.

- ¿Y mi hermana?

-Tu hermana, al igual que tu contenéis el árbol genealógico de tu padre. Aunque ella tenga el gen, no lo contiene completo. Ella puede ver todo esto. Por otra parte y antes de que preguntes, tu madre, no procede del árbol genealógico por lo que no puede ver nada de esto.

-¡Fascinante!

La efusividad con la que Carrie me contaba toda la historia, hacia que cada vez mi mente quisiera saber cada vez más. Me giré para observar a Paul y vi como el me llevaba observando desde hace bastante tiempo.

-Es simplemente increíble... Paul, quiero ver todo lo que esconde este lugar.

Paul y yo nos dirigimos hacia la puerta.

-Hasta otra Carrie, ha sido un placer.

Paul y yo salimos. Todo estaba lleno de luz y colores vivos. Parecía un escenario sacado de un cuento de fantasía. Cuando ya estamos fuera de la casa, Paul se pone enfrente mía, cerca, tan cerca que puedo oler su aliento.

-Espero que tanta información no te estrese ni te preocupe. Si no quieres hacer esto, lo entenderé y podemos ir a casa.

-Tranquilo. Este mundo me parece fascinante e increíble. Y tengo muchas ganas de saber muchas más cosas y descubrir todo lo que sea posible.

Acaricio con dulzura la cara de Paul, indicándole que todo está bien.

-Gracias Paul.

Paul me responde con una sonrisa. Cuando le veo sonreír, un sentimiento en la tripa aflora.

-Toda sociedad, fantástica o no, tiene alguien que pone orden. Nosotros tenemos a una persona, que nos dirige y es la Presidenta Madelle. Ella dicta las normas que debemos de seguir. Es muy seria pero seguro que se alegrará de verte.

-Voy a tener que realizar una lista de las personas que conozco.

Paul y yo nos dirigimos por un camino que está justo al lado de la casa de la anciana Carrie.
Es un camino lleno de baldosas blancas y macetas con flores de distintos tamaños y colores. Paul se detiene en seco.

-Para. Escucha detenidamente.

Paré, y puse toda mi atención a lo que Paul quisiera que escuchase. De repente, oigo una leve melodía, como si fuesen campanitas.

-Que sonido más bonito. ¿De donde proviene?

-Son flores musicales. La brisa del viento hacen que sus pequeños pétalos desprendan notas musicales. Cuando hace viento, todo el mundo viene aquí para escucharla.

Nos acercamos a observarlas mas de cerca.

-¿Cuál es tu color preferido Amelie?

-El morado. ¿Por qué?

De repente, Paul arranca una flor morada.

-Toma, para  cuando quieras escucharlas. Solo tienes que soplar.

Noté como mis mejillas se ponían cada vez más cálidas. Nunca nadie me había regalado una flor, y menos una que realizaba melodías. Me acerqué a Paul y le di un beso en la mejilla.

-Muchas gracias.

-Sigamos caminando.

Seguimos el sendero de baldosas y flores musicales. De vez en cuando, Paul bailaba al son de las melodías, para hacerme reír. Notaba que Paul se relajaba más y entablábamos mucha mas conversación. Ya no estaba rígido y alerta en todo momento. Notaba, que él aquí, era más feliz y tranquilo.

Cuando el sendero acabó, alcé la vista al frente y justo enfrente mía, había un castillo. Un castillo de color marrón, lleno de enredaderas verdes y una gran puerta. Era cómo los castillos de la época medieval, te hacían sentir diminuta.

Paul y yo nos acercamos a la puerta. Paul llamó y en una pequeña ventana situada una cabeza más alta que nosotros se abre. Se deja ver un ser, con la cara arrugada y la nariz muy grande.

-Vaya Paul, parece que tenemos vista.

Su voz temblaba y era la voz de una persona anciana, pero su cara me decía lo contrario.

-Abranos.

De repente, la majestuosa puerta se abre dejando un ruido estruendoso. Al abrirse vemos como el hombre que nos ha abierto la puerta, baja de una escalera y una vez abajo no me supera la altura de la cadera. Me quedo mirándole sorprendida.

-¿Qué mira señorita? Soy un elfo, nada extraño.

-Para nada.

Pasamos al elfo y nos dirigimos al interior del castillo. Dentro todo es diferente. Las paredes son coloridas, con azulejos de distintos colores. No hay muebles, solo un largo pasillo hasta otra puerta, esta más pequeña y de color azul. Llegamos hasta la puerta y Paul la abre.
Al abrirla, vemos una sala tan grande que mi vista no puede verla entera. Lo primero que me llama la atención es que los muebles están recubiertos de flores y del techo cuelgan hilos llenos de luces blancas. Está todo lleno de pequeñas hadas revoloteando de acá para allá. Hay también, un grupo de elfos con bandejas llenas de vasos y teteras. Llevan trajes de camarero hechos a su medida, claro.

-Os estábamos esperando.

Una voz potente proviene del medio de la sala. Hay un trono, tan grande que toca el techo y está recubierto de rosas. A ambos lados, tiene unas jaulas de unos pájaros iguales a los de Carrie.
Nos vamos acercando y puedo ver como una mujer. Nos situamos enfrente de ella y puedo observar su gran sombrero morado con bordes dorados, su cara con rayas negras en la frente y en la barbilla y un traje morado con bordes dorados también, aunque esta vez recubierto de flores. Su pelo es negro y con unos rizos perfectos.

-Buenas, ¿Amelie cierto?

-Si-si señora, soy Amelie.

-Muy bien, soy la reina del mundo de los puros. Supongo que Paul te lo ha contado.

-Sí, me ha explicado todo eso.

-Perdón Madelle, me gustaría que le explicaras lo de los elementos, si es posible.

Los elementos... Eso fue lo que dijo John, que proveníamos de los elementos. En ese momento no me creía nada y solo pensaba que era uno de estos hombres que hacen programas de tarots por las noches, pero ahora, todo esto me hace replanteármelo.

-Claro. Amelie, tengo que explicarte que dentro del mundo, hay cuatro divisiones: el agua, el viento, la tierra y el fuego. El mundo de los puros sólo tiene tres: el agua, el viento y la tierra. El fuego pertenece a los oscuros. Cada vez que nace una persona se le atribuye una cualidad, si es una persona del agua, del viento o de la tierra. Yo, soy de la tierra. Mis cualidades son la obsesión por todo lo relacionado  con la tierra como las flores, arboles o hierba. Paul, procede del viento, de ahí que sea un ángel protector. Su especialidad y su obsesión son los pájaros o el cielo y sus constelaciones.

-¿Y yo de donde provengo?

-Al ser elemental, adquieres el poder del agua, del viento, de la tierra pero también la del fuego.

-Mi profesor de biología, me contó toda esta historia de los cuatro elementos.

-¡Alocado John! El procede también de la tierra.

Todavía necesitaba asimilar esta información. Es totalmente distinto a toda ideología del mundo que tenía. Nunca me hubiera imaginado que estaría delante de la reina de un mundo paralelo del cual tengo que ser responsable de que no caiga en la catástrofe. Pero mi duda era, ¿realmente cual es mi función una vez aquí?

-Pero una vez aquí Madelle, ¿cuál es mi función?

-Después de muchos años de guerras y miedo, hemos llegado a la conclusión de que con el poder de todos nosotros y el tuyo podemos destruir el otro sector, el sector oscuro, para siempre.

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